Desmintiendo mitos sobre incendios: rociadores, detectores y crecimiento del fuego

Desmintiendo mitos comunes sobre incendios y seguridad

La desinformación puede ponerte en riesgo durante una emergencia. Aclaremos tres mitos frecuentes y qué dice la evidencia.

Mito 1: “Si el fuego es pequeño, se apaga solo”

Mito:

“El fuego siempre se extingue solo si es pequeño”.

Realidad: Un conato puede crecer en segundos por la disponibilidad de combustible, el calor acumulado y la ventilación. Esperar a que “se apague solo” retrasa la llamada a emergencias y agrava el riesgo. Si no es seguro usar un extintor, evacúa y llama a los servicios de emergencia.

Mito 2: “Si se activa un rociador, se moja todo el edificio”

Mito:

“Al activarse un rociador se disparan todos a la vez”.

Realidad: Los sistemas de rociadores modernos se activan de forma individual cuando cada cabezal detecta calor en su zona. Generalmente trabajan únicamente los rociadores cercanos al foco del incendio, lo que limita daños por agua y controla el fuego con rapidez.

Mito 3: “No necesito detectores; olería el humo”

Mito:

“El olfato me alertará si algo pasa, incluso durmiendo”.

Realidad: El humo puede ser imperceptible mientras duermes y algunas partículas son poco olorosas. Los detectores de humo son tu alerta temprana: instálalos, pruébalos mensualmente y mantén sus baterías según el fabricante.

Conclusión

La seguridad contra incendios se basa en información confiable, equipos adecuados y mantenimiento. Detectores, rociadores y extintores salvan vidas cuando se instalan y se usan correctamente.